martes, 3 de diciembre de 2013

Propuesta de menú para Tú Navidad

Se acerca la Navidad. Vaya noticia, estarás pensado. Ya se encargan comercios, televisión, radio, de recordárnoslo por si andábamos despistados…Para unos este anuncio es motivo de alegría, de celebración…para otros de recuerdos, tristezas, conflictos, compromisos que no nos gustan nada…y para tí, quizás un poquito de todo. El caso es que la Navidad no nos deja indiferentes.
 


Yo quiero proponeros algo; recordando a una de las personas más lúcidas y auténticas que conozco, Fidel Delgado, me gustaría presentaros un buffet para que elaboréis un menú muy especial. Si, una serie de platos que vosotros podréis degustar, probar y decidir si con ellos hacéis el menú de vuestra Navidad o los dejáis ahí porque no os apetece probarlo ahora, no os gusta su sabor o sencillamente no está en sintonía con lo que el cuerpo os pide en estos momentos.


Pues sí, te propongo que Crees con estos platos tu menú, tu NAVIDAD. La suma de los platos que elijas hará que esta Navidad sea más dulce, amable y consciente, o quizás, menos ácida y más auténtica, tan light cómo tú quieras, o con tanto “fundamento” (que diría Arguiñano) como decidas. ¿Te apetece conocer mi oferta para estas Navidades? tengo ya el mantelito puesto, esto es un buffet y que cada cual elija su menú. ¡Comenzamos!


Te ofrezco:
 
- La Gratitud: por la vida, por el momento, por quien eres y las personas que cada día aparecen en tu vida, por el sol, por una sonrisa, por el abrazo que espera y el beso que suena y deja huella, por tanto que quieras agradecer y celebrar. Siempre hay motivos para la gratitud. Este plato puede estar como entrante, acompañando a otros, de postre...nunca repite, es ligero, nunca está de más y tiene una peculiaridad: cuando lo pruebas sientes por dentro unas chispitas juguetonas de felicidad...Muy especial este propuesta de gratitud, ahora tú decides.
- La Intención: infinitas posibilidades para este plato. Aquí tú eliges el ingrediente principal: ¿Cuál es tu intención para esta Navidad? Puedes vivirla desde el recogimiento, la serenidad (entonces quizás unas gotitas de Naturaleza y aire libre sean el aliño perfecto) el respeto y la aceptación por las personas con las que vas a compartir estos días, una aceptación que viene de dentro y que tiene un suave aroma a felicidad compartida, a conexión íntima y sincera. Este es de los ingredientes más recomendables para mantener un corazón sano y fuerte. Quizás te apetezcan trocitos de apertura y confianza, de esos que pruebas y siempre te sorprenden porque te descubren sabores que quizás nunca pensaste que existían y sí, son sabores que te hacen vibrar, sentir, que te evocan recuerdos, que cuanto menos, no te dejan indiferente y te muestran otro mundo de posibilidades por vivir. Y si eres de los atrevidos, mezcla los tres, el plato será exquisito cuanto menos.
- Responsabilidad: este es un plato especial, cuando lo pruebas te empodera, te da consciencia y mucha confianza. Es un plato de esos principales, de los que da consistencia al menú. Su presencia en tu mesa puede cambiarlo todo, especialmente tu actitud ante la vida, más concretamente, ante tu Navidad. Eso sí ¡exige valentía! Cuando eliges la responsabilidad no hay lugar a la queja, el victimismo, al “es lo que hay”… sino que sólo cabe asumir que, no lo que nos sucede, sino lo que hacemos con lo que nos sucede, es únicamente responsabilidad nuestra. Es asumir que lo que hacemos tiene siempre unas consecuencias y es comprender que cada uno de nosotros, podemos hacer mucho por Crear la Navidad que queremos vivir.  Yo te invitaría a probar este plato tal cual, no trates de esconder su auténtico sabor con salsas de “no puedo ir contra corriente”, “es lo que hacen todos” o “qué voy a hacer yo, hasta que los de arriba no hagan algo…” Son salsas que hacen perder la esencia a este plato. Eso sí, también están a tu disposición.
- Libertad: puedo decirte que este es el plato de los valientes. De aquellos que se atreven a vivir lo que sienten muy dentro, lo que les pide su alma, sin miedo al qué dirán, sin las barreras del “esto no toca ahora” y que saben soltar, dejar ir, quitar lastre. Es un plato cuyo sabor hace que reconozcas la esencia de otros sabores tan maravillosos como el que tu libertad contiene. Su olor evoca lugares llenos de puertas abiertas por traspasar, cumbres nevadas desde las que volar, mundos inmensos por descubrir…vidas libres de cadenas listas para comenzar a vivir.
- Autenticidad: sencillito, sin adornos, un plato básico que no confunde, que tan sólo con observarle, olerle, no lleva a confusión. La autenticidad es garantía de éxito en tu menú, no crea falsas expectativas, te podrá gustar más o menos su sabor, pero te provocará respeto, cuanto menos y quizás también admiración y orgullo por lo que Es.
- Cooperación: este plato es resultado de mezclar muchos sabores, olores, texturas…y esa mezcla es lo que hace que sea un plato de los que te dejan saciado y que a medida que pasan las horas, sientes que los sabores, olores…siguen ahí, con más fuerza si cabe. Y está hecho con trozos de amistad, gotitas de asertividad, un buen chorro de empatía y compasión, un cuarto de miradas cómplices y un vaso lleno de respeto, paciencia y aceptación sin medida, ni un poquito de juicios, críticas ni envidias y con mucho, mucho Amor con mayúsculas.
- Y por último MAGIA. Que nunca falte en tu Navidad la magia de los sueños, la de los ojos brillantes y llenos de ilusión y fantasía de los niños en Navidad. La magia de tu sonrisa cuando miras a quien amas, a quien sueñas, a quien acompañas cada día. La magia de tu abrazo que sostiene cuando hay dolor, que multiplica por mil la alegría, que acompaña en la esperanza, que envuelve el amor de calidez infinita, que sana, que es VIDA.



Te confesaré el secreto del éxito de este buffet: todos estos platos exquisitos, tienen algo en común, un ingrediente esencial: El Amor. Un amor que da consistencia, que hace único y especial a quien lo prueba, que es Universal, que crea una conexión mágica entre quién ofrece el menú y sus comensales, que dá sentido a tú Navidad. De esto, de Amor, puedes poner todo lo que quieras, nunca, nunca, está de más.

Adelante con tu menú, que tu Navidad sea eso, lo que Tú decidas que sea. Y como se suele decir… ¡Buen Provecho!
Recomendaciones: no hay límite en la elección de platos ni en las cantidades. Escúchate, siéntete y a partir de ahí crea ese menú. Puede ser un menú degustación y que contenga todos los platos, puedes probar a mezclar platos con sabores diferentes, elegir un solo plato con bastante cantidad…aquí entra en juego tu creatividad. Y sobre todo… ¡saboréalo y disfruta!
Nota: Este buffet está disponible todos los días del año. No cerramos por vacaciones.
 

 


 

1 comentario:

  1. Tu MENÚ NAVIDEÑO me ha llenado de ganas de convertirlo en MENÚ DEL DÍA para poder servir en cualquier lugar y a cualquier hora.
    ENHORABUENA Julia

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